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CAV: ¿Quién le tiene miedo al coche autónomo?
¿Qué pueden hacer las ciudades para maximizar los beneficios derivados del uso de los coches autónomos para sus ciudadanos? Este es el punto de partida del estudio “Cities in the Driving Seat“, un documento elaborado por el Centro Global de Competencias para Ciudades de Siemens que considera que la llegada de los vehículos conectados y autónomos (CAV, por sus siglas en inglés) supondrá cambios disruptivos en las ciudades de todo el mundo.
Este informe, presentado recientemente en el World Cities Summit de Singapur, recomienda que las ciudades aborden y planifiquen con antelación el reto de la trasformación de la movilidad. En concreto, el análisis investiga las relaciones entre el desarrollo urbano, las políticas de transporte público, el suministro de energía, la contaminación y la creciente participación de los vehículos conectados y autónomos en el tráfico de las ciudades.
Ventajas y desventajas del coche autónomo
Para no repetir los errores del pasado, es fundamental que las ciudades trabajen con el objetivo de poner a las personas en el centro y no a los coches. Dentro de este marco, los vehículos autónomos deben ser parte de una transformación más amplia de las áreas urbanas.
Lo que está claro es que el futuro de nuestras ciudades podría ser muy diferente con la integración de vehículos conectados y autónomos, ya que podrían ayudar a crear las futuras tendencias respecto al cambio climático, la calidad del aire o la salud pública.
El informe “Cities in the Driving Seat – Connected and Autonomous Vehicles in Urban Development” proporciona información tanto de las oportunidades como de los riesgos a los que se enfrentan las ciudades con la llegada de los CAV. El estudio también incluye las opiniones de expertos del sector sobre temas como clima, salud, accesibilidad, diseño y arquitectura. Además, el informe describe los beneficios y los riesgos potenciales de los vehículos autónomos y analiza distintos escenarios en la adopción de vehículos autónomos. De esta forma, ilustra cómo los resultados pueden cambiar significativamente según la forma en que se apliquen las medidas.
El potencial de los CAV para generar un cambio transformador es enorme. Los mayores beneficios son:
Viajes de “primera y última milla” que fortalecerán el transporte público;
Reducción del ruido, la contaminación del aire y las emisiones de gases de efecto invernadero;
Disminución del número de muertes y lesiones en la carretera. Anualmente se pierden 1,25 millones de vidas en todo el mundo debido a colisiones en las carreteras y, aproximadamente, el 90% de estas colisiones son el resultado de un error humano;
Acceso ampliado a la movilidad de jóvenes, ancianos, discapacitados y marginados sociales;
Reutilización de terrenos actualmente usados para estacionamientos y carreteras como espacios verdes, viviendas, escuelas, ciclovías protegidas, etc.;
Mayor eficiencia y seguridad a través de la conexión y comunicación de vehículos con las infraestructuras de la ciudad.
Sin embargo, sin políticas claras y bien pensadas, la llegada de los CAV podría tener consecuencias negativas tales como:
Continuación de los efectos del cambio climático si los CAV no están regulados como vehículos de bajo o cero carbono;
No reducción del número de vehículos en propiedad, si las personas prefieren su propio CAV en lugar de adoptar un sistema de transporte compartido;
Aquellos CAV no utilizados pueden causar congestión y ocupar espacio de estacionamiento innecesario;
Aumento del recorrido por vehículo, si las personas realizan en CAV los trayectos que habitualmente realizaban a pie, en bicicleta o en transporte público.
Cómo maximizar los beneficios de la conducción autónoma
Para maximizar los beneficios de la automatización y de la introducción de este tipo de vehículos, el informe recomienda aprovechar el avance de cuatro transformaciones cruciales para el futuro de las ciudades: automatización, electrificación, conectividad digital y movilidad compartida.
Pero estos cambios deberían realizarse de forma simultánea, ya que la adopción de estas tendencias de movilidad de forma aislada podría generar resultados adversos o mermar sus beneficios potenciales. Para ver el impacto de estas transformaciones, el estudio lo aplica en tres escenarios posibles para observar cómo los resultados pueden variar según la visión y las políticas que una ciudad ponga en práctica.
El escenario de ciudad fuerte es el que asume que la movilidad compartida se convierte en la norma general, por lo que la propiedad privada de automóviles disminuye, el espacio de estacionamiento se desbloquea y se reconvierte en escuelas, hospitales y nuevas unidades de vivienda. En este escenario, la mayoría de los vehículos serían eléctricos y funcionarían con redes de energía limpia.
El escenario business-as-usual proporciona una perspectiva de movilidad futura que no está guiada por una visión coherente o por políticas efectivas. Las supuestas revoluciones en la automatización y electrificación de vehículos no se elevan a escala y el uso privado del vehículo sigue siendo la norma.
De esta forma, se desbloquearía poco terreno urbano y solo una minoría de CAV serían eléctricos.
En el escenario CAV-como-un-lujo, el CAV sigue siendo una rareza exclusiva, la propiedad privada de automóviles es la norma y los vehículos compartidos y los viajes compartidos siguen siendo un concepto diferente. Por tanto, el uso del transporte público disminuye rápidamente con el tiempo. En este escenario, los vehículos promoverían viajes individuales y utilizarían motores de combustión interna, causando más emisiones de CO2 que nunca.
Siemens
ciudadesdelfuturo.es
Este informe, presentado recientemente en el World Cities Summit de Singapur, recomienda que las ciudades aborden y planifiquen con antelación el reto de la trasformación de la movilidad. En concreto, el análisis investiga las relaciones entre el desarrollo urbano, las políticas de transporte público, el suministro de energía, la contaminación y la creciente participación de los vehículos conectados y autónomos en el tráfico de las ciudades.
Ventajas y desventajas del coche autónomo
Para no repetir los errores del pasado, es fundamental que las ciudades trabajen con el objetivo de poner a las personas en el centro y no a los coches. Dentro de este marco, los vehículos autónomos deben ser parte de una transformación más amplia de las áreas urbanas.
Lo que está claro es que el futuro de nuestras ciudades podría ser muy diferente con la integración de vehículos conectados y autónomos, ya que podrían ayudar a crear las futuras tendencias respecto al cambio climático, la calidad del aire o la salud pública.
El informe “Cities in the Driving Seat – Connected and Autonomous Vehicles in Urban Development” proporciona información tanto de las oportunidades como de los riesgos a los que se enfrentan las ciudades con la llegada de los CAV. El estudio también incluye las opiniones de expertos del sector sobre temas como clima, salud, accesibilidad, diseño y arquitectura. Además, el informe describe los beneficios y los riesgos potenciales de los vehículos autónomos y analiza distintos escenarios en la adopción de vehículos autónomos. De esta forma, ilustra cómo los resultados pueden cambiar significativamente según la forma en que se apliquen las medidas.
El potencial de los CAV para generar un cambio transformador es enorme. Los mayores beneficios son:
Viajes de “primera y última milla” que fortalecerán el transporte público;
Reducción del ruido, la contaminación del aire y las emisiones de gases de efecto invernadero;
Disminución del número de muertes y lesiones en la carretera. Anualmente se pierden 1,25 millones de vidas en todo el mundo debido a colisiones en las carreteras y, aproximadamente, el 90% de estas colisiones son el resultado de un error humano;
Acceso ampliado a la movilidad de jóvenes, ancianos, discapacitados y marginados sociales;
Reutilización de terrenos actualmente usados para estacionamientos y carreteras como espacios verdes, viviendas, escuelas, ciclovías protegidas, etc.;
Mayor eficiencia y seguridad a través de la conexión y comunicación de vehículos con las infraestructuras de la ciudad.
Sin embargo, sin políticas claras y bien pensadas, la llegada de los CAV podría tener consecuencias negativas tales como:
Continuación de los efectos del cambio climático si los CAV no están regulados como vehículos de bajo o cero carbono;
No reducción del número de vehículos en propiedad, si las personas prefieren su propio CAV en lugar de adoptar un sistema de transporte compartido;
Aquellos CAV no utilizados pueden causar congestión y ocupar espacio de estacionamiento innecesario;
Aumento del recorrido por vehículo, si las personas realizan en CAV los trayectos que habitualmente realizaban a pie, en bicicleta o en transporte público.
Cómo maximizar los beneficios de la conducción autónoma
Para maximizar los beneficios de la automatización y de la introducción de este tipo de vehículos, el informe recomienda aprovechar el avance de cuatro transformaciones cruciales para el futuro de las ciudades: automatización, electrificación, conectividad digital y movilidad compartida.
Pero estos cambios deberían realizarse de forma simultánea, ya que la adopción de estas tendencias de movilidad de forma aislada podría generar resultados adversos o mermar sus beneficios potenciales. Para ver el impacto de estas transformaciones, el estudio lo aplica en tres escenarios posibles para observar cómo los resultados pueden variar según la visión y las políticas que una ciudad ponga en práctica.
El escenario de ciudad fuerte es el que asume que la movilidad compartida se convierte en la norma general, por lo que la propiedad privada de automóviles disminuye, el espacio de estacionamiento se desbloquea y se reconvierte en escuelas, hospitales y nuevas unidades de vivienda. En este escenario, la mayoría de los vehículos serían eléctricos y funcionarían con redes de energía limpia.
El escenario business-as-usual proporciona una perspectiva de movilidad futura que no está guiada por una visión coherente o por políticas efectivas. Las supuestas revoluciones en la automatización y electrificación de vehículos no se elevan a escala y el uso privado del vehículo sigue siendo la norma.
De esta forma, se desbloquearía poco terreno urbano y solo una minoría de CAV serían eléctricos.
En el escenario CAV-como-un-lujo, el CAV sigue siendo una rareza exclusiva, la propiedad privada de automóviles es la norma y los vehículos compartidos y los viajes compartidos siguen siendo un concepto diferente. Por tanto, el uso del transporte público disminuye rápidamente con el tiempo. En este escenario, los vehículos promoverían viajes individuales y utilizarían motores de combustión interna, causando más emisiones de CO2 que nunca.
Siemens
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